Nicolás Lúcar: Los que viven en zonas mineras deben participar de manera directa de esa riqueza.
La crisis de Tía María en realidad es la crisis de cómo se ha manejado el tema minero en el Perú, y tenemos que hacerlo con optimismo. Somos un país rico, señores, pero que ha manejado muy mal la explotación de sus riquezas.
No es posible que haya gente que viva hace 600 años sobre un territorio debajo del cual hay un mineral riquísimo, y que vean cómo otros que no viven ahí, que en muchos casos ni conocen el lugar, son los señores a los que el Estado peruano les ha concesionado el derecho de explotar ese subsuelo.
A esas comunidades, a la gente que vive en las zonas debajo de las cuales hay mineral, hay que comenzar por darles de alguna manera el derecho a participar de manera directa de esa riqueza. Tienen que ser socios, no enemigos de los proyectos.
Y se tiene que acabar el sistema perverso de otorgamiento de concesiones, que como todo en el Perú, todo lo que ha sido gestión pública de intereses ha estado plagado de corrupción, no tiene otra explicación que las cosas hayan terminado como han terminado.
Además, hay que tener un manejo responsable del tema ambiental que es un tema técnico, no es un tema político, no es un tema que se arregla como se ha arreglado aceitando funcionarios de todos los niveles.
Hemos construido todo un edificio que tiene que ser traído abajo, porque se han manejado las cosas en contra de la gente, sin participación de la gente que es directamente afectada y que al final lo que siente es que no tiene ningún beneficio. Lo que queda al final es contaminación y se llevaron sus riquezas, y no tienen colegio, no tienen salud, no tienen infraestructura, no tienen futuro.
